Una placa en el centro de Concord, la capital de Nuevo Hampshire, recuerda a los turistas que los habitantes de dicho Estado se toman muy en serio las primarias. Desde 1920 se celebran allí antes que en ningún otro sitio. El cartel, en el exterior del Capitolio estatal, afirma que los votantes de Nuevo Hampshire “han favorecido habitualmente al candidato que al final alcanza el Despacho Oval”. Joe Biden, sin embargo, alcanzó la nominación y la Casa Blanca tras quedar quinto en Nuevo Hampshire con solo un 8,4% de los votos. Quizá por ello, ya como presidente, Biden impulsó en el Partido Demócrata un cambio de calendario de las primarias. Iowa aceptó disciplinadamente que no hubiera votaciones en los caucus demócratas de la semana pasada, pero Nuevo Hampshire se rebeló. El rifirrafe al respecto ha acabado con Biden fuera de las papeletas.
En la papeleta demócrata aparecen 21 nombres, incluido un presidente, pero no de cargo, sino de nombre propio: President R. Boddie, de Atlanta. También se presenta Vermin Supreme, un excéntrico activista conocido por llevar una bota de goma en la cabeza como sombrero y un cepillo de dientes gigante. De todos ellos, los únicos con algo de peso político son el congresista Dean Phillips y la escritora de libros de autoayuda Marianne Williamson, que ya lo intentó en 2020, pero se retiró antes de empezar las votaciones.
Biden no está inhabilitado ni se ha cuestionado su elegibilidad, como ha ocurrido con Donald Trump en Colorado y Maine por su papel en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. El presidente simplemente dejó pasar los plazos para inscribirse en una especie de órdago para que la votación de Nuevo Hampshire se retrasara.
Pese a no figurar su nombre en la papeleta, los ciudadanos pueden votarle escribiendo su nombre en la casilla en blanco que se reserva para ello. Biden no ha hecho campaña en el Estado, pero sus aliados sí están llevando a cabo un esfuerzo para que los votantes así lo hagan y evitar que pierda o que otro candidato se le acerque. Un comité de acción política llamado Granite for America está enviando instrucciones en tres pasos sobre cómo emitir un voto por escrito. El escrutinio de las primarias demócratas puede complicarse algo con ese tipo de votación, pues las máquinas no detectan el nombre, solo que el voto va a otro candidato y hay que procesarlas manualmente.
Cambiar el orden
Biden instó al Comité Nacional Demócrata el año pasado a cambiar el orden de las primarias, quitando el pistoletazo de salida a los caucus de Iowa (un Estado blanco, conservador y religioso) para dárselo a las primarias de Carolina del Sur. El objetivo era dar más poder a los votantes negros y de otras minorías, cruciales para la base del partido. En febrero, el Partido Demócrata aprobó un nuevo calendario que comenzaba con las primarias de Carolina del Sur el 3 de febrero, seguidas tres días después por las de Nuevo Hampshire y Nevada.
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Pero Nuevo Hampshire se opuso, argumentando que tradicionalmente ha celebrado las primarias inaugurales del país, algo que está incluso regulado en la ley estatal. La ley estatal otorga al secretario de Estado de Nuevo Hampshire, el republicano David Scanlan, la autoridad exclusiva para fijar la fecha de las primarias de 2024. Como viene ocurriendo desde hace 40 años, las ha fijado para el martes de la semana siguiente a los caucus de Iowa. La ley estatal también establece que las primarias deben celebrarse al menos siete días antes de cualquiera otras primarias.
“Nuevo Hampshire tiene una tradición y Nuevo Hampshire tiene una ley, y tanto la tradición como la ley iban a cumplirse pasara lo que pasara”, afirmó Scanlan en noviembre al fijar la fecha. En su opinión, utilizar la diversidad racial para alterar el calendario sienta un mal precedente. “¿En qué momento un Estado se vuelve demasiado viejo, o demasiado rico, o demasiado culto, o demasiado religioso para celebrar unas primarias tempranas?”, argumentó.
El Comité Nacional Demócrata pidió a los candidatos de su partido que no se inscribiesen y Biden, impulsor de la reforma del calendario, obedeció, pero eso no frenó el proceso ni impidió al resto registrarse. En una especie de pataleta final, el Comité Nacional Demócrata, que rige el proceso de nominación, ha decidido que aunque haya primarias no se asignarán delegados en función de sus resultados. El fiscal de Nuevo Hampshire ha acusado a los demócratas de supresión del voto.
Biden no es el primer presidente que no se presenta a las primarias de Nuevo Hampshire. En 1968, Lyndon B. Johnson no se inscribió y aun así ganó gracias a los votos por escrito. Sin embargo, su triunfo fue ajustado y pesó para que unas semanas después anunciase que no se presentaría a la reelección. Biden, por ahora, parece contar con una amplia ventaja. Una encuesta reciente de la CNN y la Universidad de Nuevo Hampshire apuntaba a que un 69% de los votantes de las primarias demócratas piensa escribir el nombre de Biden en la papeleta, muy por delante del 7% de intención de voto de Phillips y del 6% de Williamson. En contra del presidente, juega que los votantes tengan que escribir su nombre. A su favor, que Joe Biden sea un nombre fácil.
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