Donald Tusk se ha reunido este viernes con los miembros del futuro Gobierno de coalición con el que quiere reconducir a Polonia al centro de la UE a la mayor brevedad posible. El dirigente polaco volverá previsiblemente al poder la semana que viene. El plan es que, tras fracasar el próximo lunes la investidura del ultraconservador Mateusz Morawiecki, la nueva mayoría parlamentaria liberal salida de las urnas el pasado 15 de octubre le vote a él como primer ministro ese mismo día. El político, que dirigió el país entre 2007 y 2014 y fue presidente del Consejo Europeo entre 2014 y 2019, se ha rodeado de un núcleo duro de confianza que abordará la tarea de restaurar el Estado de derecho, limpiar las instituciones y recomponer las relaciones con la UE, maltrechas después de ocho años de Gobierno del ultraconservador Ley y Justicia (PiS).
De acuerdo con el programa de los partidos liberales, Tusk será nombrado primer ministro por el Sejm, la Cámara baja del Parlamento polaco, el lunes 11 de diciembre por la noche, tras la previsible investidura fallida de Morawiecki. Después de presentar ante la Cámara su programa de Gobierno y a su Gabinete el martes, este recibirá, salvo sorpresas, el voto de confianza de la mayoría de los diputados. El proceso terminará con la ceremonia de toma de posesión del nuevo Ejecutivo de mano del presidente, Andrzej Duda. Tusk confía en que esta se produzca sin más dilación el miércoles, para estrenar su mandato participando ese mismo día en la cumbre de la UE con los Balcanes occidentales y representando al país en el Consejo Europeo del 14 y 15 de diciembre. “Para mí es muy importante que procedamos con rapidez y sin contratiempos para tratar los intereses polacos en Bruselas”, ha manifestado el líder liberal este viernes ante la prensa tras la reunión con su equipo.
“Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para restaurar el estatus de Polonia como Estado respetuoso de la ley”, ha prometido también el líder de Coalición Cívica (KO), que agrupa a su partido, el liberal Plataforma Cívica (PO), y otras formaciones minoritarias.
Tusk ha revelado que trabaja sin cesar con el futuro ministro de Asuntos Europeos, Adam Szlapka, y con Adam Bodnar, candidato a la cartera de Justicia, que será determinante para desbloquear los 35.400 millones de euros del plan de recuperación polaco, suspendidos por el deterioro del Estado de derecho. El dirigente ha avanzado que una de las primeras medidas de su Gobierno será unirse a la Oficina de la Fiscalía Europea. El gesto busca demostrar la voluntad del nuevo equipo de respetar el Estado de derecho en el marco de la UE, después de que el Gobierno de PiS pusiera a Polonia al borde de la ruptura legal con Europa al declarar la supremacía del derecho nacional sobre el europeo mediante una sentencia del Constitucional.
El futuro primer ministro ha dado algunas pinceladas más de las primeras medidas que tomará en cuanto llegue al poder, como una subida salarial para el profesorado y la ampliación del programa de ayuda por hijo conocido como 500+ al nuevo 800+, que pasará así, de 115 euros por hijo al mes a 184. Tusk también ha anunciado que el Ministerio de Industria se establecerá en Katowice, en la región minera de Silesia, y ha asegurado que se buscarán soluciones para satisfacer a los transportistas, que llevan semanas bloqueando la frontera con Ucrania en protesta por lo que consideran competencia desleal de los productos del país invadido por Rusia.
El político ha denunciado que el Gobierno saliente ha gastado millones de eslotis en sus últimos días en proyectos de personas cercanas a PiS. “Hay una ola en todas partes, un desperdicio de dinero, un intento de dejar una quinta columna de PiS donde pueden. Tenemos que hacer limpieza. De forma Instantánea y con decisión”. ha manifestado. Tusk ha anunciado también auditorías y equipos interministeriales para examinar las decisiones de PiS, en cooperación con la Fiscalía.
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Estado de derecho y socios europeos
Una de las prioridades del nuevo Gobierno es reparar el Estado de derecho tras la reforma del sistema judicial iniciada por PiS, con un plan ya trazado para algunas instituciones claves del que Tusk no ha querido desvelar detalles. Para abordar un embrollo de tal magnitud que le está costando a Polonia el bloqueo de fondos europeos, Tusk confía en Bodnar, una figura independiente muy respetada en el ámbito jurídico. Este profesor de derecho y senador tras las elecciones de octubre, promete emprender la tarea de despolitización de la justicia respetando la ley al milímetro. El futuro ministro tiene además un compromiso demostrado como activista de los derechos humanos y fue un diligente Defensor del Pueblo entre 2015 y 2021, mientras PiS estaba en el poder. Su presencia en el Gobierno apunta también a un giro en el trato que reciben los refugiados que llegan al país desde la frontera con Bielorrusia, de forma que se respete el derecho internacional al asilo.
El responsable de devolver recomponer los lazos prácticamente rotos de país con socios europeos como Alemania será Radoslaw Sikorski, como ha señalado Tusk. El nuevo titular de Exteriores, si todo va como tienen previsto en la coalición, es un veterano que ya ocupó esa cartera en los dos gobiernos anteriores liderados por Plataforma Cívica y fue también titular de Defensa con PiS. Esposo de la conocida periodista estadunidense Anne Applebaum, en sus anteriores mandatos Sikorski fomentó el Triángulo de Weimar, el grupo formado por Londres, París y Varsovia. El locuaz político, que conoce bien tanto Rusia como Ucrania, llega al ministerio cuando las relaciones bilaterales con el país invadido están en su momento más bajo tras crisis como las del grano y la de los transportistas.
En su comparecencia de este viernes, Tusk ya ha dejado claro que Hungría, socio en el grupo de Visegrado (en el que están también República Checa y Eslovaquia), puede dejar de contar con Polonia como aliado cuando él llegue al Gobierno: “(Viktor) Orbán está bloqueando el dinero europeo que Polonia debía recibir para ayuda militar a Ucrania. Estamos hablando de 800 millones de euros. Su relación con Moscú y Putin es orgánica”, ha denunciado.
En el Consejo de Ministros, si no hay sobresaltos, se sentarán unos 24 ministros, cuatro de ellos sin cartera, según las listas que han avanzado los medios polacos y que confirman a este periódico fuentes de Plataforma Cívica. En el círculo más próximo a Tusk estarán exministros de sus anteriores gobiernos, con la lealtad y la experiencia necesaria para tomar decisiones firmes y acometer las reformas y las auditorías prometidas. De acuerdo con el peso que cada formación obtuvo en los resultados electorales, la mayoría serán de la agrupación de centroderecha KO, de Tusk, seguidos de Tercera Vía (formado por el partido agrario PSL y el conservador Polska 2050), y de la Izquierda de Lewica.
Ninguno de los grandes ministerios estará dirigido por mujeres, que representan un tercio del Gobierno y se quedan con departamentos como Educación, Sanidad o Familia y políticas sociales, además de Industria. El Ejecutivo incorpora tres nuevas áreas, con sendas ministras de Igualdad, Políticas para la tercera edad y Sociedad Civil.
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