Dos individuos armados con pistolas han abierto fuego en la mañana de este martes a la entrada del Palacio de Justicia de Estambul, situado en el distrito de Kagithane, en un incidente que las autoridades han calificado de “ataque terrorista” y han atribuido al grupo armado de extrema izquierda DHKP-C. Los asaltantes, un hombre y una mujer identificados como E.Y. y P.B., han herido a tres policías y a tres civiles, uno de los cuales falleció posteriormente en el hospital. Los dos atacantes han sido abatidos por la policía.
El ataque ha ocurrido a las 11.46 hora local (dos horas menos en la España peninsular) en la entrada del bloque C de este concurrido complejo judicial, por el que cada día pasan miles de personas, ya que aúna decenas de juzgados y tribunales. El inicio del tiroteo por parte de los atacantes ha desatado escenas de miedo y caos, según muestran las imágenes publicadas por los medios locales, y los numerosos civiles que se encontraban en el lugar han corrido a buscar refugio o se han lanzado al suelo para evitar el cruce de los disparos con los que han respondido los agentes encargados de la seguridad del edificio.
La presencia policial es numerosa en esta zona, pero nuevos efectivos y un helicóptero han sido despachados por la Dirección General de Seguridad, que ordenó bloquear todas las entradas y salidas del complejo y revisar la presencia de explosivos. Los heridos han sido trasladados a hospitales cercanos en ambulancias.
El ministro de Justicia, Yilmaz Tunç, felicitó a los “heroicos policías” que “evitaron el ataque traidor neutralizando a ambos sospechosos”. Según el ministro de Interior, Ali Yerlikaya, los atacantes eran miembros del Partido-Frente Revolucionario de Liberación del Pueblo (DHKP-C), una organización de extrema izquierda incluida en las listas de grupos terroristas de Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea. La organización es una de las varias escisiones armadas de los movimientos marxistas de los años 1970 y de las pocas que permanecen activas en la actualidad. En su historial hay asesinatos de ministros retirados, empresarios, soldados de EE UU y policías turcos, así como ataques armados, con bomba y suicidas contra instalaciones de las fuerzas de seguridad turcas y objetivos civiles.
Sin acciones reseñables
Tras numerosas operaciones policiales y decenas de detenciones en los últimos años, tanto en Turquía como en Grecia (donde algunos de sus miembros han encontrado refugio), no se habían registrado acciones reseñables del DHKP-C. Uno de sus últimos grandes ataques ocurrió en 2015 en el mismo Palacio de Justicia atacado ahora, donde dos miembros del grupo secuestraron al fiscal que llevaba la investigación sobre la muerte de un joven por el impacto de un bote de gas lanzado por la policía durante la revuelta de Gezi. Los militantes y el fiscal, al que mantuvieron como rehén durante horas, murieron durante la operación de rescate lanzada por la policía. Junto al Palacio de Justicia hay varias barriadas en las que hay cierta presencia y apoyo a este y otros grupos armados.
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El ataque de este martes se produce menos de dos semanas después de que la rama afgana del Estado Islámico (ISIS-Jorasán) reivindicase un ataque armado contra una iglesia católica, en el que murió una persona. Tras el ataque, decenas de personas -en su mayoría procedentes de países centroasiáticos- han sido detenidas en operaciones contra supuestas células de la organización yihadista.
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