Desde que comenzó la crisis energética causada por el conflicto en Ucrania, tanto los hogares como las industrias han dejado de recibir más de 450 millones de euros debido a complicaciones en el cobro de los excedentes producidos por sus sistemas fotovoltaicos. Este problema ha ocasionado que se malgasten 2.094 gigavatios hora (GWh) en el último año, lo que representa alrededor del 1% del consumo de electricidad a nivel nacional.
Las consecuencias del derroche de energía
El reporte anual del sector de energías renovables indica que, aunque la cantidad de energía no aprovechada ha incrementado en volumen en comparación con el año anterior (1.642 GWh en 2023), el efecto económico ha sido menor gracias a la disminución de los precios de la electricidad. En 2023, la energía desperdiciada representaba 131 millones de euros, mientras que en 2024, debido a la baja de precios, la cantidad se redujo a 88 millones.
El informe anual del sector renovable señala que, aunque en términos de volumen la cantidad de energía no utilizada ha aumentado respecto al año anterior (1.642 GWh en 2023), el impacto económico ha sido menor debido a la reducción de los precios eléctricos. En 2023, la energía desperdiciada equivalía a 131 millones de euros, mientras que en 2024, debido a la caída de precios, la cifra descendió a 88 millones.
Los excedentes de energía se generan principalmente en instalaciones industriales, que por su capacidad suelen producir más electricidad de la que consumen. Un ejemplo típico es el de una fábrica con paneles solares que no opera los fines de semana y podría inyectar a la red la energía generada durante esos días. Sin embargo, las barreras burocráticas y la falta de diligencia por parte de las compañías distribuidoras dificultan el proceso, impidiendo que los autoconsumidores reciban una compensación justa por la electricidad que aportan al sistema.
Las causas del problema
Uno de los factores clave en este desperdicio energético es la excesiva carga administrativa impuesta para la legalización de instalaciones de autoconsumo de cierta envergadura. Además, las empresas distribuidoras de electricidad no siempre actúan con la rapidez esperada al tramitar los permisos necesarios para la inyección de excedentes en la red. Esto afecta principalmente a empresas y hogares que han apostado por la energía solar como una alternativa sostenible y eficiente.
Progreso del autoconsumo en España
El ritmo de instalación de nuevas plantas fotovoltaicas para autoconsumo ha disminuido en los últimos dos años. Durante 2021 y 2022, el incremento del autoconsumo fue motivado por el elevado coste de la electricidad, lo que resultó en la implementación de casi 307.000 sistemas en hogares y empresas. No obstante, la disminución de la preocupación por los precios energéticos ha llevado a una ralentización en 2023 y 2024, con una reducción del 27% en la potencia instalada (1.943 MW en 2023 y 1.431 MW en 2024). Esta caída ha implicado alrededor de 100.000 instalaciones menos en comparación con los dos años anteriores.
El ritmo de instalación de nuevas plantas fotovoltaicas para autoconsumo ha experimentado una caída en los últimos dos años. En 2021 y 2022, el auge del autoconsumo fue impulsado por el alto coste de la electricidad, lo que llevó a la instalación de casi 307.000 sistemas en viviendas y empresas. Sin embargo, la reducción de la preocupación por los precios de la energía ha llevado a una desaceleración en 2023 y 2024, con una caída del 27% en la potencia instalada (1.943 MW en 2023 y 1.431 MW en 2024). Este descenso ha significado cerca de 100.000 instalaciones menos respecto a los dos años anteriores.
Reparto geográfico del autoconsumo
Distribución territorial del autoconsumo
El autoconsumo en España se concentra en tres comunidades autónomas: Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana, que en conjunto representan casi el 50% de la potencia total instalada en el país. Estas regiones han liderado la adopción de la energía solar fotovoltaica, gracias a su elevado número de horas de sol y a políticas autonómicas que han fomentado la inversión en renovables.