Una investigación revela prácticas preocupantes de sustitución de la nicotina en los cigarrillos electrónicos

Un estudio reciente realizado por científicos de la Universidad de Duke y Yale, publicado en la revista “Jama”, arrojó luz sobre prácticas alarmantes en la industria tabacalera relacionadas con la sustitución de la nicotina en los cigarrillos electrónicos. Se ha descubierto que algunas empresas están reemplazando la nicotina con sustancias químicas similares, llamadas análogos de la nicotina, cuyos efectos sobre la salud aún se desconocen. Estos análogos, a diferencia de la nicotina, no están regulados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y faltan estudios sobre sus implicaciones para la salud.

El coautor del estudio, Sairam V. Jabba, señala que la falta de regulación de estos análogos de la nicotina genera serias preocupaciones, especialmente con respecto a la exactitud de la información proporcionada en el empaque de estos productos. Los investigadores han encontrado discrepancias significativas entre los ingredientes declarados en los productos de vapeo y su composición real, lo que sugiere posibles intentos de evadir la regulación del tabaco de la FDA.

Experimentos con roedores han revelado que una de estas sustancias, la 6-metilnicotina, es más potente y tóxica que la nicotina y actúa con más fuerza sobre los receptores de nicotina del cerebro. Por otro lado, la nicotinamida, otra de las sustancias analizadas, se comercializa como análogo de la nicotina a pesar de que la evidencia sugiere lo contrario.

El estudio se centró en productos de cigarrillos electrónicos con sabor, que han sido identificados como particularmente atractivos para los jóvenes y los nuevos usuarios de vapeo. Un producto probado, vendido como Spree Bar, reveló una discrepancia del 88% entre la cantidad real de 6-metilnicotina y la que figura en la etiqueta. Además, se ha descubierto que aditivos como un edulcorante artificial extremadamente dulce y un refrigerante artificial imitan los efectos del mentol.

Otra marca analizada, comercializada con nombres diferentes, contenía nicotinamida en niveles inferiores a los anunciados, combinada con cantidades desconocidas de 6-metilnicotina. Esta marca carecía de edulcorantes y refrigerantes artificiales.

El coautor principal del estudio, Sven Eric Jordt, advierte contra el diseño de estos productos para evadir las regulaciones destinadas a proteger a las personas, especialmente a los jóvenes, de los peligros del tabaco. La incertidumbre sobre los efectos de la inhalación de estos productos químicos resalta la importancia de realizar una investigación exhaustiva antes de permitir su comercialización.

By Silverio Guevara Luján

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